Valencia en verano, pleno mes de Agosto, nublado, no sabes si ir a la playa o quedarte en casa, cerrar todo, darle al aire acondicionado, coger un libro o una labor interesante, de las que tienes empezadas pero no sabes si acabarás; tal vez ir a la montaña, hace día para esto, pero estoy un pelín vaga. Las doce del mediodía y mi hija sin levantarse todavía.
- MARIAAAAAA.
- Que ya voy.
Bueno habrá que ir tomando decisiones.
Me pregunto cuánta gente se debe encontrar en el mismo dilema que yo. Vivo en VALENCIA. Los turistas vienen aquí a disfrutar de sus vacaciones; del sol, del calor, de la playa, de las noches interminables de jarana, desfase y chunda chunda; otros a disfrutar de la familia, con mesas en la playa debajo de toldos gigantes, risas, "¡¡¡¡¡pero que grande está el Míguel!!!!!", tortillas de patatas y caracoles, para comer; bueno lo que todos hemos vivido de pequeños, todos los que hemos tenido la suerte de vivir en la playa, claro.
Pero, siempre hay un pero, tal vez acostumbrada al sol, la playa, el calor,(insoportable este año, no se si la menopausia debe tener algo que ver), pues, oye, que ya no es igual.
Que el sol me gusta mucho más en primavera o en otoño, en la playa, donde "jopelines" plantas la sombrilla, el calor, uffffff!!!!!!, que te voy a contar.
Aún así me voy a duchar, vestir, coger el coche y decirle a María:
-Adonde vamos, chata, y que sea lo que Dios quiera.
Este es el bolso que me llevaré hoy, que es el más apropiado para animar un día pchs, pchs,....
Me chifla!! Mi favorito para el verano, un solete... |