Hola, marayeros!!!
En este post os voy a compartir el paso a paso de uno de los proyectos que usamos en el Taller By Maraya Life del mes de abril.
Muy sencillo y con un toque diferente. En esta ocasión no utilizaremos papel de arroz ni servilletas, sino una fotografía impresa en la papelería.
Y sin más , al lío!!!
Materiales:
- Una foto impresa a láser o tóner de 10x15cm.
- Un lienzo. El tamaño del lienzo ha de ser proporcional a la foto que queremos utilizar, en mi caso mide 20x30cm.
- Pasta para relieve. Una pasta que no sea demasiado líquida, para que nos ayude a dar textura y relieve. En el mercado hay muchas marcas.
- Pinturas. Yo utilizo pintura de tiza (chalk paint), pero cualquier pintura acrílica, multisuperficies incluso acuarela, nos sirve en esta ocasión.
- Plantillas de stencil.
- Papel foil.
- Espátulas.
- Pegamento de decoupage.
- Pegamento para foil.
- Esponjitas y pinceles.
- Barniz ultramate.
Paso a paso:
Al original de la foto le aplico varios filtros, hasta encontrar el efecto que busco y lo mando imprimir en la papelería. El papel es el normal, un folio de 80 gramos y la impresión es en color, pero podrías preferir cualquier otro efecto y estaría bien.
La foto la recorto con la mano, intentando que el folio se afine en el corte para disimularlo.
Pego la foto con cola de decoupage ( o cualquier cola para papel).
A partir de este momento, es cuando cada uno debe integrar la imágen a su gusto. Yo os dejo cómo lo he hecho, pero da rienda suelta a tus sensaciones y vuela. Cojo pasta, más bien espesa y voy tapando todo el lienzo y parte de la foto con ayuda de la espátula, sin alisarla, intentando crear diferentes texturas. Falta la foto, pero espero que lo veáis en las siguientes imágenes. En una esquina hago con la punta de la espátula un símil de ladrillos. Elijo para pintar el color azul y voy dando brochazos de diferentes tonos, procurando que los colores no se mezclen entre sí. No me esmero en tapar todo con la pintura.
Es importante jugar con el color sin que nos resulte una mezcla de todos ellos, ya que acabaría siendo un azul poco agradable a la vista. Para realzar, con color blanco o el tono más claro que hayamos elegido, paso con pincel seco. Lo mismo con negro o el tono más oscuro. Con tono oscuro repaso las lineas de los ladrillos. Con la esponja pinto los lados con los mismos colores.
En las zonas que han quedado más lisas hago unos stencils en relieve. Tinto la pasta de con unas gotas de pintura y me queda de este azul que resalto con el pincel seco en blanco y oscuro.
Reconozco que las fotos no le hacen justicia y espero que os sirva.
Hasta la próxima!!!