Vamos allá con este sábado fresquito y soleado, que nos regala el mes de enero. Hoy al sentarme a desayunar, mis muebles del salón me han hablado. Lentos pero seguros, intimidantes incluso, me han dicho que están aburridos de verse siempre tan oscuros y tristones.
En su época, allá por el siglo pasado, eran lo más de lo más, modernos, altivos y más chulitos que un ocho. Pero el tiempo, que no perdona ni al más robusto de los gustos, ha dejado huella en ellos, de manera injusta. No me podían gustar más, antes, ni menos, ahora. La brillante idea de comprar muebles negros me persigue durante todos y cada uno de los días en que hay que limpiarlos.
Así que me he puesto manos a la obra, (éramos pocos y parió la abuela) a buscar ideas renovadoras y coloridas para cambiar el aspecto de mi casa, utilizando lo que yo mejor manejo, la pintura, el decoupage y todo mi cariño.
El verde es mi color favorito, pero no me atrevería a pintar todo de verde, tal vez es pura cobardía.
Os dejo unas ideas, unas más locas que otras, pero todas igualmente validas para restaurar vuestros muebles, y que son una pasada de creatividad.
Por aquí me quedo, a ver si encuentro esa inspiración que necesito para mejorar la presencia de mis muebles.
Las fotos las he encontrado en Pinterest.
Nos leemos pronto, marayeros míos!!!