Mochilita en trapillo con asas y un adorno de Frozen
Hoy es un día diferente. Un día más triste que los demás. La niña de nuestros ojos está malita. Pero su capacidad de amar sigue intacta; su sonrisa cuando te ve entrar por la puerta de la habitación no ha cambiado, te da abrazos sin que se los pidas y te dice con los ojitos que te quiere, sin parar de sonreír. Es increíble. Sólo con estar diez minutos con ella, tendrías para escribir un libro. Amorosa como ella sola, cariñosa, simpática, un pedacito de cielo que nos ha caído a la tierra casi sin esperarla, y nos ha convertido a toda la familia en zombies babeantes, que nos pasamos el día hablando como si estuviésemos tontainas para sacarle una risilla con olluelos.
Esta mochilita se la hice para cuando empiece la guardería, con todo mi amor, hoy mi corazón, para la niña de mis ojos.