ERASE UNA VEZ...
Erase una vez,... una niña que soñaba con ser escritora. Una niña que creía que todo lo que le pasaba se podría transformar en una super historia, de miedo, de amor, de guerra (a veces), otras en un cuento para niños, pero de los que no te acojonan cuando los cuentas o los lees; porque, manda cojones, con los cuentos infantiles, que te pones a contarlos y vamos, lo de Jack el destripador, se convierte en una broma.
Bueno, a lo que iba, que me cuesta muy poco dispersarme. Erase una vez,... una vida, una historia, que se quedó dentro de esa niña. Que hay veces en las que se muere por salir, y otras, las más, en las que, la arreprieta pa dentro, para que se quede en donde está.
Hay realidades que superan a cualquier ficción, mil veces, pero que somos incapaces de verbalizar, por miedo a que el paso del tiempo nos haya deformado los recuerdos, que las cosas no hayan sido así, que tal vez hayan sido sueños intercalados en el tiempo.
La niña no fue escritora. No pudo transformar lo que le pasaba en una historia de nada. Se dejó llevar por,.....no se por qué...
A lo mejor algún día esa vena historiadora que lleva dentro, le da la fuerza suficiente, para convertir esa historia perdida, en una que sea la más bella historia jamás contada.
Aún hoy, sueña con ser escritora, navegando mares de amores incondicionales, susurrando a los oídos que la quieren escuchar, silencios suaves, .........contando nada, para contar mucho.
Vaya mierda de blog, a ver si me centro y puedo llevar una seguida. Que me disperso tanto, que no soy capaz de seguir una linea recta, ni que desayunara cervezas cada día.
No he podido evitarlo, lo siento. Solo unos cuantos comprenderán este escrito, para los demás les comento: cualquier parecido con la realidad es mera casualidad.
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